Prueba de esfuerzo

Al fin llegó el ansiado 10 de agosto y podría ver la balsita de amor en la que flota, a la deriva, mi corazón.

Mi cardióloga me había dicho que seguramente la prueba de esfuerzo la podría realizar ella y así decirme las cosas sobre la marcha.

Pero ¿qué es una prueba de esfuerzo cardiaca?

Zapatillas cómodas, es lo único que me recomendaron para ese día. Hoy te puedo decir que si hubiera ido en pantalón de chándal o mallas y un pequeño neceser hubiera acertado 100%. Santa sudada pillé. 

En concreto la prueba es algo sencillísimo, previa PCR negativa, me hicieron una ecografía del corazón en reposo -nada más entrar en la consulta me desnudé de cintura para arriba y colocaron los electrodos- en donde pude estar viendo, en blanco y negro, cómo latía mi corazón en todos sus perfiles y poses. 

La cardióloga, que es quien me realizó la eco, confirmó que se veía perfectamente el derrame de pericardio , que me fue diagnosticado en el mes de mayo (5 meses), y sigue siendo pequeño.

Tras revisar bien el corazón pasé a la cinta de andar en donde caminé intercalando la velocidad del paso -normal, medio, rápido- siempre monitorizada -electro, tensión, pulsaciones, etc- y con mascarilla quirúrgica puesta. Cuando finalizó el ejercicio de esfuerzo me tiré, literalmente, en la camilla para hacerme, nuevamente, una ecografía del corazón. Esta vez iban a analizar su funcionamiento/estado tras el ejercicio físico.

Ver el corazón en pantalla fue una auténtica pasada. 

He de decir que caminar en la cinta es algo "curioso" pues se te va el culete hacia atrás hasta que das con el ritmo del paso adecuado. Sudé la gota gorda. No sé cuánto tiempo estuve andando pero se me hizo largo, puede ser por estar mirando a la pared.

Fui mirando mis pulsaciones, de reojillo, en el monitor de la enfermera y cuando estaba caminando en velocidad llegaba a las 180 o algo más. Me comentaron, después de la prueba, que todos los valores que alcancé eran normales. 

Lo cierto es que terminé agotada. Ahora sí tenía sentido que me preguntaran si había desayunado fuerte.

La prueba de esfuerzo no tiene ninguna complicación y al estar en todo momento acompañada por auxiliar, enfermera y cardióloga te hace estar más tranquila pues si hubiera pasado algo, del tipo no aguantar el esfuerzo, etc, ellas estaban ahí para echarme una mano.

Como digo, no sé cuánto tiempo invertí a caminar pero dentro de la consulta estaría cerca de 30 minutos, en total: ecografía del corazón en reposo, ejercicio de esfuerzo, ecografía del corazón tras esfuerzo.

Y con todo esto ¿Cómo está mi corazón? A rasgos generales, bien. La Doctora me comentó que la analítica que me había pedido, específica para patologías cardiacas, daba resultados normales -a pesar de tener valores alterados- y la exploración del corazón era buena, tanto en reposo como tras esfuerzo. Así que, como tengo un pequeño derrame pericárdico hay que hacer controles y por eso nos volveremos a vernos en unos meses.

Lo cierto es que me gusta la cardióloga que me ha tocado, es una mujer joven, que por lo que he podido investigar -sí ahora me ha dado por buscar información sobre mis médicos antes de ir a sus consultas pues saber cómo es el profesional me hace ir más tranquila o con mi discurso más enfocado- está volcada en el paciente. (Veremos si de aquí a unos meses no cambio de opinión).

Ahora que ya sé como está mi corazón y su balsita de amor puedo visitar a mi Cirujano Digestivo para que pueda tomar las medidas crea oportunas en el tema de mi hernia de hiato y problemas intestinales varios. 
Que el ritmo no pare compañero



 

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