No te rias

 Nunca entendí esa frase de "quien bien te quiere te hará llorar". Si te quiere, para bien, ¿por qué te tiene que hacer llorar? Luego lo interpreté a mi manera y, supuse que, quien te quiere bien te hará llorar de risa. Por suponer ... 

A lo largo de la vida he llorado y reído mucho, de ambas cosas, hasta he llorado riendo y reido llorando. Yo y mis cosas.

Lo que nunca había interpretado, jamás hubiera intuido, que hay momentos en la vida en los que está mal visto que te rias, sonrías o que, simplemente, te muestres alegre, que no feliz y que, en esos momentos en los que se espera "no te rias" debas llorar.

No me gusta el drama, bueno sí, soy algo "dramas" a la hora de expresarme en vivo, para contar mis cosas, mis anécdotas, como bien me dijo una vez una conocida: -Marta, eres una peliculera. Y oye, que no me falte mi faceta "dramas", porque sé que una buena amiga agradece cada audio que le mando desde mi punto de vista catastrófico y nos "echamos unas risas" 

Ay... ¡No te rias!

Soy mujer de ir luchando sin saberlo, de no conformarme con la primera hostia, de no quedarme quieta esperando, soy una "ansias viva" y esta inquietud intrínseca a mi tal vez es la que me hace que siga en la cresta de la ola después de todos los quirófanos, hormonas, especialistas... hasta llegar a convivir con el dolor crónico de la manera en que lo hago hoy, aunque es una verdad celestial que, SI me incapacita la vida.

No creo que haga falta estar siempre recordando que me duele, yo lo sé, tu lo sabes y el multiverso lo sabe. Pero me rio, disfruto haciendo el idiota en instagram y tengo como objetivo vital disfrutar de los ratitos que la vida y el dolor crónico me conceden ser más exultantemente feliz. 

Me rio y soy alegre, porque no puedo cambiar mi naturaleza, porque la sonrisa y la risa me dan energía, porque sino estaría perdida. No tengo intención de que tu cambies tu prisma, ni de decirte cómo debes de focalizar tu dolor, así que, por favor te pido, dejame disfrutar de mi miseria y no me digas que no puedo ser capaz de cabalgar mi propia ola entre proyectos solidarios, blog, rrss y charlas online en las que estoy sentada revolviendome en la silla sin tu ver más que mi sonrisa pues, tal vez, es lo único que me apetece mostrar.

No te rias tu si no quieres, yo me seguiré riendo con los pulmones llenos de energía cósmica y toda la purpurina que me quepan en los puños.



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