Mi THS y Yo

El 30 de septiembre de 2019, sería el último día en el que experimentaría lo que se siente siendo una mujer productora de estrógenos y progesterona -aunque mi ovario izquierdo estuviera produciendo en cantidades anecdóticas- y también, sería el día, en el que comenzaría a experimentar lo que se siente siendo una mujer en menopausia nada más abrir los ojos en la reanimación del hospital. 

Recuerdo, como si fuera hoy, ese primer sofoco que me dio, en la Unidad de Reanimación, mientras me inyectaban morfina en el gotero.

Me siguieron dando, por oleadas, en mi habitación de la planta de ginecología del Hospital de Cruces. Y, recuerdo claramente, como mi madre me abanicaba intentando calmar ese malestar que no comprendía.

Hace un año que, con este panorama "sofoquil", no puse resistencia a tomar Boltin (Terapia Hormonal Sustitutiva -THS-) pese a todas las experiencias negativas con las hormonas orales e inyectables.

La primera caja de Boltin llegaría, a mis manos, un 1 de octubre de 2019 gracias a que mi padre navegó por Santander, sin rumbo fijo, en busca de una THS que nadie tenía.

Me pautaron una THS agotada en toda España

Como tenía varías recetas, de la época del Decapeptyl en la que combinaba las inyecciones con la THS oral, pude tener un remanente de hormonas, porque los 4/5 primeros meses fue difícil dar con farmacias que tuvieran el famoso Boltin. 

Pronto noté los primeros efectos secundarios, el 10 de noviembre los comentaba en facebook
  1. Dolor abdominal bajo (aumentado pues mi dolor es crónico)
  2. Flujo Vaginal (que se confundía con Candidiasis Vaginal y no lo era. Este flujo denso es una reacción al Boltin cuando se descartan los hongos)
  3. Prurito Genital (picor vaginal constante sin que exista causa patológica)
  4. Dolor Pélvico (aumentado pues mi dolor pélvico es crónico) 
  5. Aumento de Peso (lo puedo llegar a regular con la alimentación)
  6. Acné 
A medida que pasaron los meses (llevo 365 días tomándolo) algunos efectos adversos mejoraron y otros... no.

La intensidad del Prurrito Genital fue en descenso, teniendo épocas de aparición intermitente, aunque  en la actualidad no ha desaparecido completamente. 

El Flujo Vaginal nunca fue una molestia propiamente, pero sí fue algo que me llamara la atención pues, desde 2014, tanto por las medicaciones como por la histerectomía, había desaparecido por completo al entrar en Menopausia -te suena la famosa sequedad vaginal-.

No puedo entrar detenidamente en el Dolor Abdominal o Pélvico pues, como apunto en los paréntesis, este tipo de dolor es crónico para mi aunque, la toma de THS lo ha aumentado, como también aumentara la fuerza y duración de las Migrañas y las Cefaleas Tensionales teniendo, mi Neurólogo, que incluir más medicación al tratamiento que seguía para el control de esta patología.

En cuanto al Acné, durante los meses de invierno, lo he ido llevando estoicamente ya que la aparición de granos no era del todo llamativa - a pesar que en su momento sí me lo parecía pues no he sido mujer de granos ni siquiera durante la pubertad- pero el verano llegó.

El sol, el calor, esos días desde finales de junio hasta finales de agosto, tan veraniegos por Santander, esos, justo esos días son los que el acné diyivolucionó hasta el punto de ir a las urgencias del SCS a que me los mirasen. 

Tenía granos repugnantes por todo el cuerpo, los brazos, el pubis, muslos... hasta en la cabeza. Así que no, la Tibolona no es amiga del sol.

Es curioso como, con el fresquito, el acné disminuye, o está menos rabioso.

Tras un año de tratamiento me ha nacido muchísimo vello facial además de crecerme, en otras partes del cuerpo, como los hombros. Esa pelusilla negra, que mis ojos captan en cada espejo, parece que nunca desaparecerá.

Además, tal vez por el alto nivel de Tibolona en mi organismo, los sofocos han vuelto a mi vida junto al sudor fuerte. 

Por estas cosas y por el tema del Acné, repugnante, llamé al Hospital de Cruces solicitando consulta telefónica con mis ginecólogos.

El Jefe del Servicio me llamó a los pocos días.

Me ha dado la opción de cambiar el Boltin (Tibolona) por otra THS pero esta tiene estrógenos y progestágenos así que, aunque tengo una caja en casa, no me atrevo hacer el cambio, sobre todo, por mi mala tolerancia a estas hormonas sintéticas que me desencadenan unas migrañas que no me compensan para nada.

Así que cumpliéndose +365 días de mi romance con Boltin sopeso si dejarlo y vivir, el resto de mi vida, este Climaterio, sin THS.

Estos días no dejo de buscar los pros para continuar con él y... ¿sabes qué? no encuentro ninguno tangible, sólo llego al miedo.

Miedo por no saber cómo reaccionará mi cuerpo a la carencia de estrógenos y progestágenos, si tendré sofocos brutales a cada momento, insomnio, sudores nocturnos, más dolor, osteoporosis, si empeorará  aun más mi memoria, si mis órganos envejecerán más rápidamente.

Aunque también pienso en si, por el contrario, mi Migraña, mis dolores y todo lo demás mejoraría y en ese caso compensase. 
¡¡¡ Ayyyy!!! mi THS y Yo.

Al fin y al cabo el miedo es el que me paraliza en este punto de la Menopausia. Soy consciente de ello e intento justificarme pensando que lo desconocido da miedo pero no ha de ser obligatoriamente malo.

Luego recuerdo que en el propio prospecto del Boltin se indica que cabe la posibilidad de que se reactive la Endometriosis (entiéndase que esto son mis palabras y no son literales) y de ser así ¿dónde se alojaría en esta ocasión? Ya no hay ovarios que extirpar y todos los órganos candidatos a hospedar una nueva Endometriosis son vitales. 

Parece que los contras que encuentro quieren superar a los pros pero... le doy vueltas y vueltas.





Comentarios