Sexo y eso que llaman Endometriosis

imagen vía ego-alterego
En las noches de verano las sirenas sacan medio cuerpo a la superficie y, entonando hipnotizantes cánticos, atraen hacia ellas a bellos galanes que bailarán a la luna sin pudor.

Y así, bajo las estrellas de agosto, en mitad de las aguas saladas, se forjará un amor de verano fogoso, excitante y muy, muy "bailarin".

Pero, las sirenas jamás querrán enseñar sus colas, pues las escamas relucientes han desaparecido. Existe una bacteria en el agua que, poco a poco, les come por dentro.

¿Quién iba a bailar con ellas si estaban dañadas?

Hace muchos años que creo en el amor romántico, de noches estrelladas y largos paseos por la playa.

Muchos menos que empecé a "bailar", sin ningún problema, pues me sabía todas las canciones de moda. Pero un día algo dejó de funcionar bien en mi interior.

Cada vez que "bailaba" sentía un dolor interno, muy intenso, que en alguna ocasión me llevó al borde del desmayo. Pero, como las sirenas, escondí mis escamas rotas y guardé silencio.

¿Por qué el Sexo era doloroso?

Las sirenas no sabían por qué esa bacteria las atacaba, desde dentro, causandoles tanto dolor. Lloraban, escondidas en sus arrecifes, porque no podían "bailar" e incluso, cuando nadaban en las aguas profundas sus brazos les fallaban.

Así que ellas dejaron de practicar sus cánticos al igual que yo dejé de "bailar".

Con el tiempo he sabido que el dolor en las relaciones sexuales es un síntoma de Endometriosis (+info) y que no debía avergonzarme.

En mi caso, sufrir fuertes dolores hizo que el libido fuese desapareciendo de forma paulatina hasta que llegó el día en que, tras practicarme una Histerectomía, dejó de existir.

Tener pegado el Útero a la vejiga, los ovarios escondidos tras de él, todo hecho "masa" por las adherencias, la inflamación perpetua de la zona pélvica,  provocaba que el sexo doliera. La Endometriosis dolía.

Así que mi cerebro aprendió, y me enseñó, que era mejor vivir sin dolor que con sexo.
imagen vía ElPaís

Pero, como bien sabes, el sexo es cosa de 2 y cuando una toma una decisión unilateral, por preservar su calidad de vida, pueden suceder muchas cosas.

Tantas cosas como posturas probaras antes de cerrar la sala de baile.

Aunque ¡todo no está perdido! Hoy en día existe la fisioterapia del suelo pélvico,  los psicólogos (sexologos), los coach especializados en el manejo del dolor crónico, y tenemos muchas otras herramientas a nuestro alcance. Lo único que hace falta es estar preparada para decirle a nuestro cerebro No temas, yo te protegeré contra el dolor.

Saber respetar nuestros propios tiempos es lo más importante pues, a las sirenas, no les volvieron a brillar las escamas de la noche a la mañana.


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