Desde le mes de abril no abro la plantilla "NUEVA ENTRADA" de mi blog. Parece que ya no se lleva escribir textos, que ya no se lleva escribir largo y tendido para comunicar. Parece, que ahora todo debe ser visual, durar menos de 1 minuto y no retener nada. Parece que el mundo es menos mundo aunque, solo lo parece.
Este agosto se cumplieron 10 años de bloguera, de activista por los derechos de las mujeres con endometriosis y de divulgación, visibilización y concienciación. ¡10 años! se dice pronto. Y aquí sigo, luchando como el primer día aunque más sabía (o eso me gusta creer).
Este año he escrito mi historia en un libro "Endovikinga: Viaje hacia la endometriosis" porque ya tocaba. Ha sido un proceso duro, no te voy a engañar. Recordar cosas y circunstancias que tenía soterradas y revivirlas como durante aquellos días ha sido terapia de choque pero, era algo necesario para cerrar heridas sangrantes y poner orden en mi desván, que lo tengo hecho un lío.
Durante este tiempo en silencio bloguero han pasado tantas cosas que ni sabría por donde empezar. Bueno, ya lo he hecho, tengo un libro pero, además tengo un trabajo por cuenta ajena y esto tiene mucha miga.
Cuando el INSS tuvo a bien darme el alta médica tras 2años de IT y no reconocer la incapacidad laboral que ellos mismos propusieron no me quedó otra alternativa para sobrevivir que, trabajar.
Tenía mucho miedo porque el dolor nuevo no sabía cómo iba a responde a 8 horas sentada y yo tampoco, sinceramente.
En agosto comencé a trabajar en el peor trabajo que he tenido, posiblemente, a lo largo de mi carrera profesional. Te diré que sólo les faltaba tener un latico para azotarnos y que fuéramos más productivos que, estando en un centro especial de empleo para personas con discapacidad es triplemente lamentable, duro y frustrante. Así que no dejé de buscar activamente trabajo a pesar de tener un contrato por un año en "explotando al discapacitado" Y me llamaron para una entrevista a la que fui sin que nadie lo supiera y me escogieron para el puesto.
Presenté mi renuncia en el centro especial de empleo y el 26 de agosto comencé a trabajar para la nueva empresa en la que estoy encantada de la vida. Acabo exhausta, sí. El dolor aumenta y la migraña también, es un hecho pero, si tengo que trabajar que sea aquí por favor!!! Estoy cubriendo una baja de maternidad así que, por el momento, es temporal aunque nunca se sabe que tendrá la vida preparado para mi en este nuevo capítulo.
Por ahora sigo viviendo el día a día y ahorrando energía para lo importante que, ya ha comenzado la temporada de fútbol.
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